domingo, 22 de julio de 2018

METODOLOGÍA CUALITATIVA Concepción Gabriel Esteban



METODOLOGÍA CUALITATIVA
Concepción Gabriel Esteban

Dos Miradas Complementarias: El Enfoque Cualitativo
Y El Cuantitativo
La particularidad de la mirada cualitativa en investigación social es su potencialidad para llegar al discurso de los sujetos. La encuesta no puede atrapar el discurso espontáneo y libre de los sujetos, capta o muestra finalmente expresiones —más que discursos— estandarizadas. Recoge de forma limitada y cerrada lo que se piensa sobre el fenómeno estudiado, en tanto que demanda la adhesión a categorías de respuesta prefijadas. El cuestionario estructurado permite reducir la realidad a cifras. Las técnicas cuantitativas transforman los hechos en registros que pueden ser tratados estadísticamente de forma distributiva.
La posibilidad de interpretación de los datos producidos en la encuesta está basada en la univocidad de las categorías de respuestas a las que debe adherirse el encuestado/a. Resulta imposible analizar correctamente unos datos si las categorías propuestas son ambiguas. Es preciso que el sentido de las respuestas sea necesariamente único, que no dejen espacio a la interpretación, a la existencia de diversos sentidos en la adhesión a cada categoría concreta planteada. La limitación del método cuantitativo surge justamente de lo que le hace posible: reducir a un código circunstancias únicas de cada uno de los sujetos encuestados. Una reducción que da lugar a una reificación de los fenómenos sociales. Por su parte, el enfoque cualitativo se aproxima a la opinión del sujeto sin delimitarla, es él quien organiza y jerarquiza su percepción, su opinión acerca de la realidad social.
En un cuestionario no se recoge tanto una opinión como la adhesión según la cercanía/lejanía de identificación personal— de un sujeto al estado de opinión dominante. En este sentido, es habitual encontrarse con la idea de que el enfoque cuantitativo ofrece una fotografía de la realidad. Una fotografía fija, en la que no existe explicación o interpretación de las distintas «poses» o posiciones que en ella toman los actores sociales sino descripción. El enfoque cuantitativo se acerca especialmente al espacio de las intenciones. Domina ante todo la racionalidad. En la encuesta los ítems y las categorías de respuesta que se ofrecen configuran un sistema de opiniones- expresiones más o menos estereotipadas. Así, el sujeto encuestado se adhiere «individualmente» a una idea idea-opinión estereotipada que cree es la más aceptada en su medio. La investigación cualitativa permite acercarse sin a prioris a la ideología dominante en un medio social al hacerse expresa en el propio discurso del sujeto.
La encuesta, las técnicas cuantitativas permiten llegar a saber cómo se distribuyen los fenómenos, conocer las frecuencias, cifrar los hechos sociales. Mientras que desde el enfoque cualitativo se alcanza la estructura que existe tras los fenómenos, tras los procesos sociales. La investigación cualitativa permite conocer la percepción que los propios sujetos tienen de la realidad social, y como a partir de ésta organizan su relación con su entorno.

La aproximación cualitativa posibilita acercarse a la aprehensión que el propio sujeto hace de los fenómenos sociales, de cómo los interpreta. A través de las técnicas cualitativas se alcanza a conocer las motivaciones, las determinaciones sociales que están tras el comportamiento de los sujetos.
En demasiadas ocasiones en investigación social estas dos formas de mirar la realidad —el enfoque cualitativo y el enfoque cuantitativo— se han presentado como miradas enfrentadas, excluyentes, como la mirada de los adultos y la de los niños. Desde este capítulo lo que se pretende no es mostrar el enfoque cualitativo enfrentado al cuantitativo sino mostrar la complementariedad de ambos. No existe exclusión o enfrentamiento sino la adecuación de unas u otras técnicas a los interrogantes planteados. Igual que un fontanero utiliza distintas herramientas en función de la acción que precise realizar, el investigador social deberá tomar la herramienta más adecuada para los objetivos de la investigación, en función de la faceta o dimensión que quiera conocer. Asumiendo que con su elección no será posible dar respuesta a todas las preguntas que puedan plantearse en la diversidad de niveles en los que se articula el objeto investigado. Sería pretencioso por parte del investigador social pensar que su acercamiento al objeto de estudio será completo. Al término de una investigación siempre quedan cuestiones por resolver, y afortunadamente la propia investigación abre nuevas incógnitas. Un acercamiento únicamente cualitativo o cuantitativo ofrecerá una respuesta todavía más parcial. El uso complementario de estas técnicas permite aproximarse al ideal de conocimiento completo. Se contaría con la cifra explicada por el discurso, o si se prefiere el discurso con el apoyo de la cifra
.
LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD
Caracterización general
La entrevista en profundidad o entrevista abierta es una situación de interacción entre entrevistador y entrevistado/a, y en este sentido es una conversación entre ambos.
De las técnicas de investigación cualitativa, la entrevista es la de una puesta en marcha más sencilla. Su sencillo desarrollo y la gran cantidad de información que puede ofrecer —en caso de realizarla adecuadamente la convierten en una técnica muy eficaz (y rentable en términos económicos).
Dentro de la investigación social desde un enfoque cualitativo, la entrevista en profundidad puede considerarse la técnica pionera. Su sencillez lleva a que pueda incluso aparecer como algo no premeditado, una situación de entrevista puede ser simplemente escuchar, interesarse por la situación de determinados sujetos. Así, no es extraño que los precursores del trabajo social vieran en la entrevista en profundidad, el estudio de casos, una eficaz fuente de información, no ya sólo para estudiar o analizar casos particulares sino para poder hacer extrapolaciones, llegar a conocer lo que de común, lo que de social existía en situaciones concretas de individuos.

Ámbito de aplicación

El espacio desde el que el partícipe en la entrevista enuncia su discurso, YO, hace que esta técnica sea especialmente adecuada para estudios de «casos desviados» o extremos, en los que la percepción de carácter único de los sujetos se supone mayor, que en situaciones medias y/o mayoritariamente compartidas. La adecuación y utilidad de la entrevista abierta no se agota ni mucho menos en su uso en investigaciones próximas al estudio de casos extremos...
Las características de la entrevista en profundidad la convierten en una buena práctica para llegar a un nivel de información detallado sobre objetos concretos. En la entrevista en profundidad, la percepción de hecho particular que está presente en el sujeto facilita al investigador preguntar o profundizar en el plano de lo concreto, llegar al detalle del objeto investigado. Nivel de profundización que no es posible alcanzar en el grupo de discusión al mantenerse su discurso en un plano más general.
La posibilidad de acceder a lo específico hace de la entrevista una técnica bastante utilizada en investigación de mercado. Por ejemplo, y poniendo en práctica la complementariedad de las técnicas cualitativas, en un estudio sobre la imagen de una revista un posible diseño de investigación podría ser la combinación de reuniones de grupo y entrevistas en profundidad.

A partir de las reuniones de grupo se podría conocer la imagen que de la revista tienen sus lectores, sobre qué factores o elementos se articula dicha imagen... y de forma general cuáles son las secciones de mayor y menor interés. Por su parte, la realización de entrevistas a lectores muy fieles de la revista (lectores arquetipo) facilitará detenerse en aspectos concretos de la revista, secciones, contenidos, en la maquetación...
La entrevista ofrece la posibilidad de indagar por aspectos que en un grupo de discusión no generarían discurso a su alrededor, o que caso de plantearlos convertirían el grupo en una entrevista grupal. Cuanto más concreto o limitado sea el objeto de estudio más adecuado sería utilizar la entrevista en profundidad antes que otras técnicas cualitativas.
Igualmente es interesante recurrir a la técnica de la entrevista en profundidad cuando el grupo o colectivo social al que se dirige el estudio aparece fragmentado o muy disperso, lo que no hace sino reforzar la posible percepción de los sujetos de casos particulares, de situaciones propias... En general, la entrevista en profundidad aparece como una técnica adecuada en casos en los que se prevé que los interlocutores se fijarán antes en lo que supuestamente les diferencia que en aquello que les une.
La atención en lo concreto que permite la entrevista hace de ésta una técnica útil para conseguir información acerca de comportamientos.
En las dinámicas de las entrevistas suelen ser preguntas enriquecedoras para la investigación las que se interesan por conocer el comportamiento, la respuesta dada por el sujeto a una situación concreta. En la entrevista no sólo se pregunta por opiniones sino también por acciones, por aquello que se ha hecho, que se ha puesto en práctica o por lo que no se ha
hecho. Interesa conocer las motivaciones que están tras estos comportamientos.
En la entrevista se obtienen respuestas concretas a actuaciones, a tomas de decisión.
En el discurso construido de la entrevista converge o se hace presente lo objetivo y lo subjetivo (Alonso, 1998); lo que se hace y lo que se cree hacer (y también por qué se cree que se hace). La entrevista, por tanto, es útil para obtener información de carácter pragmático sobre las prácticas individuales y a partir de estas experiencias «individuales» extraer lo común, lo que de social existe en ellas.
La versatilidad de la entrevista frente a otras técnicas no debe llevar a su sobreutilización, a un uso inadecuado, sino que debe utilizarse cuando sea la técnica más adecuada, y no sólo la más fácil de realizar. Cada técnica permite acercarse de la forma más adecuada a un tipo de información, a un nivel discursivo. El criterio que debe dominar a la hora de elegir una técnica u otra es la pertinencia de este nivel discursivo con los objetivos de la investigación.
A modo de resumen, la entrevista en profundidad es una técnica adecuada para:
— el estudio de casos extremos;
— el estudio sobre comportamientos, hábitos...
— abordar el estudio de colectivos fragmentados en los que difícilmente se puede llegar a generar un discurso grupal;
— dar respuesta a aspectos muy concretos y específicos.

El análisis de la entrevista
El punto de partida, el soporte a partir del cual realizar el análisis del discurso generado en la entrevista suele ser su trascripción literal, al igual que en el caso del grupo triangular y el de discusión. La trascripción permite analizar con detalle lo dicho en la entrevista, volver a reconstruir su dinámica. En el acercamiento a los discursos, la guía del recorrido deben ser lógicamente los objetivos de la investigación.
En esta fase del análisis es en la que el investigador se hace realmente presente, su mirada, su sensibilidad es la que posibilitará finalmente el acercamiento a las posiciones discursivas que puedan existir. Por ello, es difícil dar reglas para analizar, todo lo más, mínimas pautas, puntos o aspectos a los que hay que prestar atención. Aunque tal vez suene a tópico el mejor aprendizaje es la experiencia. A medida que se realicen más entrevistas y análisis, el investigador irá aumentando su sensibilidad analítica, aprenderá a mirar y discriminar lo importante de lo superfluo o secundario.
En el análisis del discurso de la entrevista el investigador debe discriminar lo particular (atípico) que existe en la relación del sujeto con el tema investigado de lo que en dicha relación hay de social; lo que responde no a la particularidad del sujeto sino lo que está determinado por su posición social. Desde las situaciones descritas por el interlocutor enunciadas de forma dominante desde el YO, se trata de filtrar, casi cribar lo que de común existe en su discurso con el de otros que comparten una misma situación social. En los discursos creados en cada una de las entrevistas realizadas surgen con claridad coincidencias en la relación con el objeto de estudio de interlocutores que habían expresado, descrito dicha relación como algo «particular». El surgimiento de la reiteración, de la repetición es lo que confirma al investigador en su análisis. Estas posiciones, motivaciones, actitudes... repetidas que se encuentran entre los discursos son los puntos sobre los que debe articularse y desarrollarse el análisis. El investigador debe extraer estos elementos sociales, para poder ofrecer finalmente una visión de la relación de los sujetos del colectivo analizado con el objeto de estudio.
El investigador se fijará en las expresiones, en las asociaciones que el entrevistado establece alrededor del tema de la investigación. Se detendrá en el análisis o percepción que el propio interlocutor tiene de su relación con el objeto investigado.
Durante la dinámica de las entrevistas —y también en el resto de técnicas cualitativas— es frecuente que surjan espontáneamente el relato de anécdotas, de experiencias personales..., que sirven para ejemplificar o apoyar lo dicho. Es positivo que el propio entrevistador fomente o estimule este tipo de relato. En dicho relato el interlocutor está de alguna forma jerarquizando, ordenando su percepción sobre el tema estudiado, lo que ayuda al investigador a situar al entrevistado en un marco discursivo.
En el análisis no deben subestimarse estos relatos, al contrario se les debe prestar atención ya que pueden ayudar al investigador a clarificar la posición discursiva del sujeto.

EL GRUPO DE DISCUSIÓN
Caracterización general
El grupo de discusión o la reunión de grupo es una de las técnicas de investigación cualitativa más utilizadas en la actualidad en investigación social, y de forma muy especial en investigación de mercado. Fue justamente en este ámbito donde comenzó a utilizarse en la década de los 50, para pasar posteriormente al ámbito de la investigación social. Antes de conocer con mayor detalle qué es un grupo de discusión, apuntar que su puesta en escena consiste en una reunión de 7 o 8 personas (algunos investigadores incluso prefieren 9 participantes) más la persona encargada de la coordinación de la reunión, de una duración aproximada de 1h 30m-2h, en la que los asistentes hablan de un tema.
El grupo de discusión parte de la idea o del supuesto de que los asistentes a él, en su participación no sólo se representan a sí mismos, sino que son representantes preconscientes de los distintos grupos sociales a los que pertenecen. Es decir, actúan como representantes de los roles sociales con los que participan en la sociedad y reflejan o expresan el discurso dominante en su posición social. Se parte del supuesto de la existencia de un discurso dominante, correspondiente o asociado a cada posición social. Esta estabilidad discursiva fundamenta el grupo de discusión como práctica de investigación social.

Ámbito de aplicación
El grupo de discusión aparece como una técnica especialmente útil para analizar las ideologías dominantes, la forma de pensar, las actitudes... con las que se identifican (y a partir de las cuales actúan) los sujetos de los distintos colectivos sociales. El grupo de discusión posibilita conocer la percepción que un grupo social tiene sobre el objeto investigado, y como en función de dicha percepción interactúa con él. De forma tal vez demasiado reduccionista, el discurso grupal informa de cómo «se cree» que es la realidad, y no «sobre la realidad». El comportamiento de los sujetos no responde a la realidad sino a como creen los sujetos que es dicha realidad.
El hecho de que el grupo de discusión genere un discurso abierto y espontáneo hace de esta técnica una magnífica vía para conocer las ideologías, las opiniones existentes sobre los más variados temas sociales, políticos... Saber cuál es la interpretación que los ciudadanos hacen de su realidad cotidiana, de todo aquello que de una u otra forma está presente en su día a día y a partir de la cual actuar. En un grupo de discusión, tal y como se apuntaba anteriormente, no se busca ni se analiza si la percepción que los sujetos tienen de la realidad es «correcta». El grupo de discusión posibilita aproximarse a la interpretación que el sujeto hace de la realidad, y sobre la que articula su propia relación con su entorno. Por ejemplo, en el caso de la actitud de la población española ante la inmigración, «poco» importa que los datos estadísticos muestren que los puestos ocupados por los trabajadores extranjeros son en su mayoría empleos no cubiertos por españoles, si buena parte de la sociedad percibe (o cree) que se trata de puestos sí queridos por nacionales.
El discurso grupal se inscribe, por tanto, en el espacio de lo simbólico en un plano que permite conocer o comprender las motivaciones que están tras los comportamientos y/o actitudes de los sujetos. Este espacio discursivo hace que el grupo de discusión sea una técnica adecuada para estudiar, por ejemplo, las representaciones sociales que pueden existir alrededor de los más diversos fenómenos sociales. Representaciones sociales a partir de las cuales los sujetos organizan sus comportamientos, construyen sus opiniones...
La propia televisión también se aprovecha de la riqueza de esta técnica cualitativa. En ocasiones, los programadores además de no perder de vista los todo poderosos datos de audiencia, realizan desde un enfoque cualitativo estudios que les ofrezcan información acerca de las relaciones que los telespectadores establecen con un determinado programa o con la cadena en su conjunto, cuál es su imagen, su posicionamiento, qué cambios pueden ser bien recibidos o, por el contrario, qué cambios significarían un riesgo...

El desarrollo de la dinámica
En el desarrollo de la dinámica de un grupo de discusión podrían diferenciarse de forma muy básica tres fases:
1. Presentación del coordinador/a y de la técnica.
2. Fase abierta-espontánea.
3. Fase delimitada. En esta fase, aun dominando lo espontáneo, la intervención del coordinador es mayor que en los momentos previos de la dinámica.
Ahora de forma muy sintética nos fijaremos en qué puntos o aspectos deben recogerse en la presentación del coordinador ante el grupo.
El investigador en los primeros momentos de la dinámica debe resolver las posibles incertidumbres, dudas o temores que puedan tener los asistentes a la reunión: qué me van a «vender», para qué estoy aquí, por qué yo... ¿Cómo hacerlo? Es preciso contextualizar adecuadamente
la reunión dentro de un ámbito de investigación más amplio, explicar que se van a celebrar distintos grupos con interlocutores diferentes, explicitar qué se espera de ellos (su opinión, críticas...) e indicar cómo se va a desarrollar la reunión (sin turno de palabra, «ellos tienen la voz»).
Tras la presentación, el coordinador/a ofrecerá al grupo el impulso de la dinámica, es decir, planteará al grupo el tema de la investigación, aquello de lo que quiere que hablen entre ellos; a partir de este momento el grupo tiene la palabra. Cesión de la palabra que traslada la incertidumbre al coordinador: ¿hablarán? Se teme el silencio del grupo. Un silencio que es preciso señalar nunca se produce, pero que no evita que los primeros segundos se hagan muy largos.
El investigador y la dinámica en los grupos

La posición que toma el coordinador en el grupo de discusión no debe ocupar un lugar central en el discurso, aunque éste represente el poder. El coordinador no forma parte del grupo, por lo que no debe intervenir en la construcción de su discurso. El papel básico del coordinador es crear y facilitar las condiciones necesarias para que el grupo genere su discurso y ofrezca así información.
Tras ofrecer el impulso o estímulo al grupo, el coordinador tiende en la primera fase del grupo a desaparecer, no toma una posición activa. Las primeras intervenciones de los asistentes habitualmente se desarrollan de forma muy rápida, cumpliendo ante todo la función de primer contacto, de presentación. Esta primera ronda de intervenciones o de presentación es habitual que no se complete, pues enseguida se establece el diálogo, el intercambio de ideas u opiniones entre los asistentes, comenzando entonces realmente la dinámica. Una dinámica en la que de ser el impulso correcto, enseguida surgirá el tema investigado. El grupo se desarrollará por el camino «elegido» por los participantes. Comienza la parte más espontánea de la dinámica
Las intervenciones del coordinador deben ser lo menos intrusivas posible en la conformación del discurso grupal. Su función es, tal y como se ha estado apuntando, generar las condiciones necesarias para el desarrollo del grupo, fomentando la participación de todos los sujetos. Para ello debe motivar a los que se muestran más tímidos o más pasivos, al tiempo que frenar a quienes monopolizan la dinámica. El discurso tiene valor en tanto que es construido por y en el grupo, no cuando es la opinión de un asistente al grupo. La figura del coordinador actúa de referencia, es de quien se tiende a buscar la confirmación, la aprobación. Una aprobación que se busca con la mirada. Por ello, la mirada se convierte en una herramienta de «control» del grupo para el investigador. El coordinador puede buscar la mirada de aquellos participantes que se muestran más reacios a participar, estimulándoles, mientras que para acortar la participación de algún asistente que busca un liderazgo excesivo, el coordinador puede evitar mantener su mirada, evitando así la confirmación que busca el otro.

Sobre el número de grupos

En cualquier investigación social el establecer cuál es el universo o la población que se va a investigar constituye sin duda una de las grandes cuestiones que el investigador social debe resolver antes de diseñar la investigación. En una encuesta se trata de saber a quién debe preguntarse, o determinar quién es y quién no sujeto «válido» para responder al cuestionario. Una vez conocido este sujeto de la investigación, el problema será diseñar el muestreo que mejor se adapte a las necesidades de la investigación y se adecue a la siempre existente limitación presupuestaria y temporal. En la investigación cualitativa la fase análoga al diseño de la muestra sería el diseño de los grupos de discusión a realizar.
Para determinar el número de grupos de discusión a celebrar habrá que fijarse en la amplitud de los objetivos planteados y en la diversidad o fragmentación social que pueda existir alrededor del objeto de estudio, sin olvidar la cuestión presupuestaria que de forma muy frecuente es la razón que determina el número de grupos a realizar.

Diseño de los grupos
Al hablar del diseño de las entrevistas en profundidad se decía que el propio diseño ya significa la existencia de unas hipótesis. Unas hipótesis que pueden ser o no confirmadas por la propia investigación.
A la hora de diseñar los grupos, de perfilar a los sujetos que participarán en ellos se está trabajando con una serie de supuestos al pensar que las categorías o variables consideradas en la propuesta de dichos perfiles y no otras pueden determinar o generar posiciones discursivas diferentes.
Las variables que se consideran o que intervienen en el diseño particular de cada grupo lógicamente variarán en función del objeto investigado, pero sí se pueden destacar algunas variables socio demográficas que siempre están presentes en la planificación de los grupos que conforman una investigación: edad, género, situación laboral y estatus socioeconómico serían las variables básicas a las que se incorporarían las categorías específicas para cada investigación.
En cuanto al diseño concreto de cada uno de los grupos que conforman la propuesta global de investigación, éste recogerá variables, facetas, roles específicos de los sujetos, para construir perfiles prototípicos. En el intento de construir un perfil prototípico también ha de considerarse el municipio en el que se propone realizar el grupo. Por ejemplo, se podrá diferenciar entre ciudades más tradicionales o «conservadoras» o más modernas, con distinto nivel socioeconómico...

MARYORI BAPTISTA
C.I.20047339



jueves, 19 de julio de 2018

Resumen de práctica sobre el método de la entrevista



Resumen de práctica sobre el método de la entrevista:

El ejercicio de la entrevista realizada el día domingo 15/07/2018 en clases, mostró que ese instrumento sirve para obtener información mas detallada del entrevistado (paciente), la cual permite abrir un canal de confianza entre el entrevistado y el entrevistador, para que se sienta que esta en un clima de seguridad y donde pueda expresar  sus sentimientos y emociones de la situación por la cual esta pasando, me parece que es un instrumento abierto. 
Es importante que esa entrevista no quede allí, sino que se le permita al entrevistado hacerle un seguimiento al caso para poder darle la mayor orientación posible. El tiempo para realizar este seguimiento dependerá del nivel del problema planteado.  
De acuerdo a los resultados arrojados se aplicarían las terapias de familia recomendadas. 

NECESIDAD DE LA MEDIDA PSICOLÓGICA




NECESIDAD DE LA MEDIDA PSICOLÓGICA

¿Por qué es preciso medir? Tomaremos prestada la respuesta dada por
lord Kelvin (1824-1907):
Suelo repetir con frecuencia que solo cuando es posible medir y
expresar en forma numérica aquello de lo que se habla, se sabe algo
acerca de ello; nuestro saber será deficiente e insatisfactorio mientras
no seamos capaces de traducirlo en números. En otro caso, y sea cual
fuere el tema que se trate, quizás nos hallemos en el umbral del conocimiento,
pero nuestros conceptos apenas habrán alcanzado el nivel de
ciencia.
Esta cita pone claramente de manifiesto que la medida es consustancial
a la ciencia, constituye el fundamento mismo de la propia entidad
científica de la disciplina. En el capítulo anterior se caracterizó a la ciencia
como una fuente de conocimiento; pues bien, las únicas vías de acceso
al conocimiento son la observación y la medida, de forma que todo
aquello que no es susceptible de observación directa o indirecta no tiene
existencia científica (Ato, 1991). De hecho, parece fuera de toda controversia
que una medición rigurosa de las variables psicológicas constituye
el paso previo e ineludible para cualquier uso posterior que se vaya a
hacer de ellas.
Como investigadores necesitamos obtener medidas de las variables de
nuestras hipótesis; como psicólogos y educadores necesitamos evaluar e
intervenir y tanto la evaluación como la intervención se apoyan en la
medición (Meliá, 1990).
Las tareas habituales que llevan a cabo psicólogos y educadores en el
ámbito escolar suponen comparar el rendimiento de un alumno a
comienzos y a finales del curso, examinar su nivel de atención en clase,
clasificar a los alumnos en función del esfuerzo realizado, diagnosticar
posibles problemas de aprendizaje o psicológicos, ordenar a los alumnos
de la clase en función de algún criterio, etc. Si nos trasladamos ahora al
ámbito penitenciario, los educadores y, sobre todo, los psicólogos llevan a
cabo tareas como las anteriores y su juicio tiene un peso considerable a la
hora de tomar decisiones importantes acerca, por ejemplo, del régimen
penitenciario del recluso.
La medición proporciona información objetiva en la que basarse para
tomar decisiones acerca de los sujetos: la medida aumenta la eficiencia en
la toma de decisiones por parte de psicólogos y educadores. De hecho,
una de las razones que explica el gran éxito que tuvieron inicialmente los
tests al comienzo de su andadura en EE.UU. es que representan la posibilidad
de juzgar a las personas por sus aptitudes, habilidades o conocimientos,
esto es, por méritos propios y no por su nivel socioeconómico,
su apariencia o por el juicio subjetivo de sus profesores o supervisores; en
suma, los tests pretenden ser dispositivos más objetivos que criterios
como la cuna, la familia, la tribu, la apariencia y las opiniones intuitivas
basadas en impresiones personales o en cartas de recomendación, criterios
que han sido frecuentemente utilizados en situaciones de decisión.
Además, la objetividad y la cuantificación (la posibilidad de asignar
números a los objetos, hechos o sujetos) facilitan la comunicación de
resultados, algo que es de enorme importancia en una actividad de carácter
público como la ciencia.

EL ESTATUS CIENTÍFICO DE LA PSICOLOGÍA


EL ESTATUS CIENTÍFICO DE LA PSICOLOGÍA


La Psicología tampoco ha escapado a este empeño. De hecho, la Psicología
surge como disciplina científica solo cuando se demuestra que es
posible medir lo mental, que es posible medir los fenómenos psicológicos
en condiciones experimentales. No es casualidad que el primer libro de
Psicología científica —Elementos de Psicofísica, de Fechner (1860)— se
ocupe de la medida de los estímulos y de las sensaciones que éstos suscitan
en los sujetos, junto con la relación matemática existente entre el estímulo
y la sensación (la relación entre el mundo físico y el mundo mental).
Se había puesto la primera piedra para construir el edificio científico de
la Psicología, pero ¿ésta es realmente una ciencia?
Para dilucidar esta cuestión, hay que examinar la Psicología desde los
dos ejes a través de los cuales se ha caracterizado a la ciencia: los objetivos
que persigue y los medios que utiliza para lograrlos.
En relación a los objetivos de la ciencia —la comprensión del mundo
y el subsiguiente control— Fidalgo (1999) plantea que:
la Psicología ha influido en los dos sentidos. Nuestra concepción de lo
que es el hombre es muy diferente de la que tenían, por ejemplo, en el
siglo XVIII; y una de las disciplinas que más ha modelado el pensamiento
del hombre en el siglo XX es, sin lugar a dudas, la Psicología. Sin ir
más lejos, podemos objetivarlo, de forma anecdótica pero bien
 significativa, en la influencia que el psicoanálisis tuvo en la pintura (surrealismo),
en la literatura o en el cine de los años cuarenta y cincuenta, llegando
a convertirse en un ingrediente de lo que podemos denominar la
cultura general del siglo XX. El componente tecnológico y económico de
la Psicología también ha sido evidente. Se utiliza para la selección de
personal y en campañas de propaganda y publicidad, a sus conocedores
los poderes estatales les encargan el saneamiento de personas con distintas
psicopatologías (desde la psicosis hasta la disidencia política), y
un porcentaje elevado de la población acude a ellos para el tratamiento
de las pequeñas manías, las queridas neurosis y depresiones de cada
día, primavera o década. Éstas son sólo unas pocas, las más conocidas,
de las parcelas prácticas que ocupan la Psicología. (Pp. 11-12)
Los medios con los que la Psicología trata de lograr los objetivos
generales de la ciencia es harina de otro costal: la batalla por la cientificidad
de la Psicología se libra en lo relativo al método empleado por
ésta para abordar su objeto propio de estudio.

jueves, 12 de julio de 2018

La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura




Albert Bandura Albert Bandura Psychologist.jpg

(Mundare, Canadá, 4 de diciembre de 1925) es un psicólogo canadiense cuya familia es originaria de Ucrania. Se centró en estudios de tendencia conductual-cognitiva y es profesor de la Universidad Stanford,1​ reconocido por su trabajo sobre la teoría del aprendizaje social y su evolución al Sociocognitivismo, así como por haber postulado la categoría de autoeficacia.
A lo largo de una carrera de casi seis décadas, Bandura ha sido responsable de grandes contribuciones en campos muy diferentes de la psicología, incluyendo la teoría social-cognitiva, terapia y psicología de la personalidad. También ha tenido una influencia decisiva en la transición entre el conductismo y la psicología cognitiva. Es conocido como el creador de la teoría de la autoeficacia, un importante contribuyente a la teoría de aprendizaje social, y responsable del experimento del muñeco Bobo sobre el comportamiento agresivo de los niños.
Ha recibido el título de Doctor Honoris Causa en universidades de distintos países por sus contribuciones a la psicología. Algunos de estos títulos fueron otorgados por las universidades de Roma, Indiana, Leiden, Berlín y Salamanca2
Bandura fue además presidente de la American Psychological Association en el año 1974. En 1980 fue nombrado presidente de la Western Psychological Association (WPA, Asociación de Psicología de Occidente) y además en el año 1999 recibió el título de presidente honorario de la Asociación Psicológica Canadiense.3
Una encuesta en 2002 situó a Bandura en el cuarto puesto de los psicólogos más citados de todos los tiempos, después de B. F. Skinner, Sigmund Freud y Jean Piaget, y el más citado vivo.[cita requerida] Bandura es reconocido como el más grande psicólogo actual y uno de los más influyentes de todos los tiempos

La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura

 

La teoría se basa en que hay tipos de aprendizaje donde el refuerzo directo no es el principal mecanismo de enseñanza, sino que el elemento social puede dar lugar al desarrollo de un nuevo aprendizaje entre los individuos. Teoría del aprendizaje social es útil para explicar cómo las personas pueden aprender cosas nuevas y desarrollar nuevas conductas mediante la observación de otros individuos. Así pues, esta teoría se ocupa del proceso de aprendizaje por observación entre las personas.

En la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura elaborada el año 1977 se basa en teorías del aprendizaje conductista sobre el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. Sin embargo, añade dos ideas importantes:

  1. Los procesos de mediación se producen entre estímulos y respuestas.
  2. Conducta es aprendida desde el medio ambiente a través del proceso de aprendizaje por observación.

Aprendizaje mediante la observación


Los niños observan a las personas que los rodean para ver e imitar cómo se comportan. Los individuos observados son llamados modelos. En la sociedad, los niños están rodeados de muchos modelos influyentes, como los padres y otros miembros de la familia, personajes de la televisión (o de YouTube), amigos, maestros de la escuela, etc.

Los niños prestan atención a todas estas personas o modelos y codifican su comportamiento. Posteriormente, ellos pueden imitar (es decir, copiar) la conducta que han observado. Pero pueden hacer esto sin importar si el comportamiento es “apropiado” o no, aunque hay una serie de procesos que hacen que sea más probable que un niño reproduzca el comportamiento que su sociedad considere apropiado para él o ella.


En primer lugar, el niño tiene más probabilidades de imitar a aquellas personas que percibe como más semejantes. En consecuencia, es más probable que imite la conducta modelada por personas del mismo sexo.

Posteriormente, las personas que rodean al niño responderán al comportamiento imita, ya sea con el refuerzo o el castigo. Si un niño imita el comportamiento de un modelo y las consecuencias son gratificantes, el niño es probable que continúe realizando dicho comportamiento. Por ejemplo, si un padre ve a su hija consolando a su osito de peluche y le dice “eres una niña muy amable”, esto será gratificante para ella y hará que sea más probable que repita dicho el comportamiento. Su comportamiento habrá sido reforzado.

El fortalecimiento de una conducta puede ser externo o interno y puede ser positivo o negativo. Si un niño busca la aprobación de sus padres o compañeros, esta aprobación será un refuerzo externo, sentirse feliz por haber sido aprobado es un refuerzo interno. Un niño se comportará de manera en la que piense que va a ganar una mayor aprobación, ya que la desea de forma innata.

Por lo general, el refuerzo positivo (o negativo) tendrá poco impacto si el refuerzo ofrecido externamente no coincide con las necesidades del individuo.  El refuerzo puede ser positivo o negativo, pero lo importante es que éste conduzca a un cambio en el comportamiento de una persona.


Por otro lado, el niño también tendrá en cuenta de lo que le sucede a otra persona antes de decidir si copiar o no sus acciones. Una persona aprende mediante la observación de las consecuencias del comportamiento de otro, por ejemplo un hermano menor puede observar un tipo de comportamiento de su hermano mayor que es premiado, por lo que será más probable que repita ese comportamiento en particular. Esto se conoce como refuerzo vicario.

La identificación se produce nuevamente a través de un modelo, y consiste en copiar o adoptar comportamientos, valores, creencias y actitudes observadas en la persona con la que uno se está identificando.

Hay cuatro procesos de mediación propuestos por Bandura:

1. Atención: Es la medida en la que observamos el comportamiento de otros. Para que imitemos un comportamiento éste tiene primero que captar nuestra atención. Observamos muchos comportamientos a lo largo del día, pero muchos de ellos no nos interesan. Por lo tanto, la atención es extremadamente importante para que comportamiento tenga una influencia suficiente en nosotros como para querer imitarlo.


2. Retención: La retención de la conducta recién aprendida es necesaria para que ésta se mantenga. Sin retención, no se establecería el aprendizaje del comportamiento, y es posible que se tenga que volver a observar el modelo nuevo, ya que no fuimos capaces de almacenar la información sobre el comportamiento.


3. Reproducción: Esta es la capacidad de realizar la conducta que el modelo acaba de mostrar. Diariamente nos gustaría ser capaces de imitar ciertos comportamientos, pero esto no siempre es posible. Estamos limitados por nuestra capacidad física e incluso mental, y por esas razones o cualquier otra, incluso queriendo reproducir un comportamiento, a veces no podemos. Esto influye en nuestras decisiones de tratar de imitar o no. En esta fase, la práctica de la conducta de forma repetida es importante para la mejora de nuestras capacidades.


4. Motivación: Se trata de la voluntad de realizar una conducta. Las recompensas y los castigos que siguen un comportamiento serán valorados por el observador antes de imitarlo. Si las recompensas percibidas superan los costos percibidos (si los hay), entonces el comportamiento tendrá más probabilidades de ser imitado por el observador. Por el contrario, si el refuerzo vicario no es lo suficientemente importante para el observador, entonces no va a imitar el comportamiento.

Resultado de imagen para teoria del aprendizaje social bandura mapa conceptual 


Equipo N° 2 Maryori Baptista y Jose Lobo

martes, 10 de julio de 2018

La teoría sociocultural de Vigotsky



La Teoría Sociocultural de Lev Vygotsky


La Teoría Sociocultural de Vygotsky pone el acento en la participación proactiva de los menores con el ambiente que les rodea, siendo el desarrollo cognoscitivo fruto de un proceso colaborativo. Lev Vigotsky (Rusia, 1896-1934) sostenía que los niños desarrollan su aprendizaje mediante la interacción social: van adquiriendo nuevas y mejores habilidades cognoscitivas como proceso lógico de su inmersión a un modo de vida.
Aquellas actividades que se realizan de forma compartida permiten a los niños interiorizar las estructuras de pensamiento y comportamentales de la sociedad que les rodea, apropiándose de ellas.

Aprendizaje y "Zona de desarrollo proximal"

Según la Teoría Sociocultural de Vygotsky, el papel de los adultos o de los compañeros más avanzados es el de apoyo, dirección y organización del aprendizaje del menor, en el paso previo a que él pueda ser capaz de dominar esas facetas, habiendo interiorizado las estructuras conductuales y cognoscitivas que la actividad exige. Esta orientación resulta más efectiva para ofrecer una ayuda a los pequeños para que crucen la zona de desarrollo proximal (ZDP), que podríamos entender como la brecha entre lo que ya son capaces de hacer y lo que todavía no pueden conseguir por sí solos.
Los niños que se encuentran en la ZDP para una tarea en concreto está cerca de lograr poder realizarla de forma autónoma, pero aún les falta integrar alguna clave de pensamiento. No obstante, con el soporte y la orientación adecuada, sí son capaces de realizar la tarea exitosamente. En la medida en que la colaboración, la supervision y la responsabilidad del aprendizaje están cubiertas, el niño progresa adecuadamente en la formación y consolidación de sus nuevos conocimientos y aprendizajes.

La metáfora del andamiaje

Son varios los seguidores de la Teoría Sociocultural de Vygotsky (por ejemplo: Wood, 1980; Bruner y Ross, 1976) que han sacado a colación la metáfora de los ‘andamios’ para hacer referencia a este modo de aprendizaje. El andamiaje consiste en el apoyo temporal de los adultos (maestros, padres, tutores…) que proporcionan al pequeño con el objetivo de realizar una tarea hasta que el niño sea capaz de llevarla a cabo sin ayuda externa.
Una de las investigadores que parte de las teorías desarrolladas por Lev Vigotsky, Gail Ross, estudió de forma práctica el proceso de andamiaje en el aprendizaje infantil. Instruyendo a niños de entre tres y cinco años, Ross usaba múltiples recursos. Solía controlar y ser ella el centro de atención de las sesiones, y empleaba presentaciones lentas y dramatizadas a los alumnos con el objetivo de evidenciar que la consecución de la tarea era posible. La doctora Ross se convertía así en la encargada de prever todo lo que iba a ocurrir. Controlaba todas las partes de la tarea en las que trabajaban los críos en un grado de complejidad y magnitud proporcionado a las habilidades previas de cada uno.
El modo en que presentaba las herramientas u objetos que era objeto de aprendizaje permitía a los niños descubrir cómo resolver y realizar por sí mismos la tarea, de un modo más eficaz que si sólamente se les hubiera explicado cómo solucionarla. Es en este sentido que la Teoría Sociocultural de Vygotsky señala la “zona” existente entre lo que las personas pueden comprender cuando se les muestra algo frente a ellas, y lo que pueden generar de forma autónoma. Esta zona es la zona de desarrollo próxima o ZDP que antes habíamos mencionado (Bruner, 1888).

Teoría Sociocultural: en contexto

La Teoría Sociocultural del psicólogo ruso Lev Vygotsky tiene implicaciones trascendentes para la educación y la evaluación del desarrollo cognoscitivo. Los tests basados en la ZDP, que subrayan el potencial del niño, representan una alternativa de incalculable valor a las pruebas estandarizadas de inteligencia, que suelen poner énfasis en los conocimientos y aprendizajes ya realizados por el niño. Así pues, muchos niños se ven beneficiados gracias a la orientación sociocultural y abierta que desarrolló Vygotsky.
Otra de las aportaciones fundamentales de la perspectiva contextual ha sido el énfasis en el aspecto social del desarrollo. Esta teoría defiende que el desarrollo normal de los niños en una cultura o en un grupo perteneciente a una cultura puede no ser una norma adecuada (y por tanto no extrapolable) a niños de otras culturas o sociedades.

ASPECTOS IMPORTANTES - REFORZANDO CONOCIMIENTO:

Lev Semionovich Vigotsky (1885-1934),
psicólogo soviético que se interesó por estudiar las funciones psíquicas superiores del ser humano –memoria, atención voluntaria, razonamiento, solución de problemas– formuló una teoría a fines de los años veinte, en la que planteaba que el “desarrollo ontogenético dela psiquis del hombre está determinado por los procesos de apropiación de las formas histórico-sociales de la cultura; es decir Vigotsky articula los procesos psicológicos y los socioculturales y nace una propuesta metodológica de investigación genética e histórica a la vez” (Matos, 1996:2), de tal manera para este autor, las funciones superiores del pensamiento son producto de la interacción cultural. 
 
Por influencia del marxismo, Vigotsky indica que para comprender la psiquis y la conciencia se debe analizar la vida de la persona y las condiciones reales de su existencia, pues la conciencia es “un reflejo subjetivo de la realidad objetiva” y para analizarla se debe tomar como “un producto sociocultural e histórico, a partir de una concepción dialéctica del desarrollo” (Matos, 1996:3).
 

¿Que es la teoria sociocultural?

La teoría sociocultural de Vygotsky es una teoría emergente en la psicología que mira las contribuciones importantes que la sociedad hace al desarrollo individual. Esta teoría destaca la interacción entre el desarrollo de las personas y la cultura en la que viven.

 ¿ Que es la zona de desarrollo proximo?

 El concepto de zona de desarrollo próximo, introducido por Lev Vygotski desde 1931, es la distancia entre el nivel de desarrollo efectivo del alumno (aquello que es capaz de hacer por sí solo) y el nivel de desarrollo potencial (aquello que sería capaz de hacer con la ayuda de un adulto o un compañero más capaz).

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